Exoesqueleto

Pese a lo que ha creído la Ciencia Natural en múltiples ocasiones, son raros los seres que verdaderamente poseen un exoesqueleto. Y más raro aún es que lo conserven durante toda su vida. Los individuos con exoesqueleto no sólo tienen provecho para la ciencia natural, sino para todos los demás individuos pues gracias a ellos tienen la oportunidad de observar y escuchar, qué y cómo es lo que sustenta un cuerpo, es decir, una vida.
Está comprobado que los exoesqueletos alteran su estructura a lo largo del desarrollo del individuo, situando palabras, ideologías, religiones, políticas, imágenes o filosofías aquí y allá, dependiendo de la experiencia, finalidad y caracter del sujeto.
Es una verdadera lástima para nuestras sociedades que, a medida que los individuos creen ganar en madurez ocultan su exoesqueleto por considerarlo algo extrañamente valioso y privado.

Crustaceos

Animales que cuentan con exoesqueleto o una dura dermis recubierta de queratina. Seres duros que no se ven afectados por agresiones del mundo exterior. El individuo más característico de esta especie es el cangrejo, el cual, pese a su coraza, alberga tanto miedo a ser herido que no camina sino hacia atrás (reciéntemente se ha descubierto que esta idea es una superstición, y se ha defendido que su desplazamiento tiende a producirse de lado, es decir, ladinamente).

Los crustaceos conocen a los batracios, a los cefalópodos y a los gasterópodos, pero sienten especial aversión por los anélidos, a los cuales culpan de que ellos hallan optado por una forma de vida acorazada.